Anthony Scaramucci, exdirector de Comunicación de la Casa Blanca, ha criticado abiertamente los negocios cripto de Donald Trump, calificándolos como potenciales “estaciones de limpieza para sobornos”. Estas declaraciones, realizadas en un podcast, han reavivado el debate público sobre la ética financiera y la transparencia en el sector de las criptomonedas.
Scaramucci sostiene que la implicación activa de Trump en empresas relacionadas con activos digitales expone al sector a problemas de conflictos de interés y posibles rutas para prácticas indebidas. A raíz de estas afirmaciones, se ha incrementado la especulación sobre cómo responderán las autoridades regulatorias ante estos riesgos y qué impacto tendrá en la confianza de los inversores.
Históricamente, la participación de figuras políticas en proyectos empresariales siempre ha obligado a mayores niveles de escrutinio; sin embargo, en el ámbito cripto existen pocos precedentes claros. Las declaraciones de Scaramucci, por su naturaleza y por provenir de una figura relevante en el sector financiero como fundador de SkyBridge Capital, podrían impulsar una mayor atención de los reguladores y marcar nuevas pautas de supervisión en la industria, especialmente sobre operaciones vinculadas a personalidades políticas de alto perfil.