Coinbase ha decidido no seguir la estrategia de inversión agresiva en Bitcoin liderada por Michael Saylor y MicroStrategy, eligiendo en cambio un enfoque más conservador centrado en la estabilidad financiera y la gestión de riesgos.
El CEO Brian Armstrong y la CFO Alesia Haas destacaron que, a pesar de considerar asignar una parte relevante del balance a Bitcoin, finalmente optaron por preservar la resiliencia operativa y minimizar la exposición a la volatilidad extrema. Esta decisión contrasta fuertemente con el modelo de MicroStrategy —cuya política fue financiar masivas compras de BTC a través de deuda y capital, apostando por el crecimiento a largo plazo del activo digital.
Coinbase mantiene una participación significativa en criptoactivos, incluidos aproximadamente 1.300 millones de dólares en su balance, pero prioriza una gestión prudente en línea con sus necesidades corporativas y regulatorias. Se recalca la importancia de la liquidez, el control de riesgos asociados al flujo de caja, y evitar posibles conflictos de intereses respecto a sus propios clientes. La decisión de Coinbase podría influir las perspectivas institucionales sobre Bitcoin, apuntando hacia una estrategia corporativa menos expuesta y más diversificada.
Aunque la tendencia de adopción de Bitcoin como activo de tesorería empresarial continúa, se observa una evolución hacia modelos más personalizados y responsables según el perfil de cada compañía.