Bitcoin (BTC) ha marcado un nuevo hito al sobrepasar el umbral psicológico de los 100.000 dólares, cotizándose cerca de los 103.688 dólares al cierre de la semana, lo que representa un crecimiento sostenido del 7,6% semanal.
Este impulso ha sido motivado principalmente por grandes apuestas institucionales, con Goldman Sachs revelando una inversión de 1.650 millones de dólares en BTC mediante fondos cotizados (ETFs), alineándose así con pesos pesados como BlackRock y Fidelity y consolidando a Bitcoin como un activo de inversión convencional. Además, la japonesa Metaplanet reforzó la tendencia, emitiendo 21,25 millones de dólares en bonos para aumentar sus reservas de Bitcoin en más de 200 BTC adicionales.
Al ambiente alcista se suma la posibilidad de un nuevo acuerdo comercial entre EE. UU. y Reino Unido, anunciado por el presidente Trump, lo que ha reducido la incertidumbre sobre aranceles y favorece un mejor apetito por el riesgo entre los inversores.
Desde una perspectiva técnica, BTC se consolida justo bajo una resistencia crítica de Fibonacci en 103.681 dólares, con perspectivas de alcanzar la extensión de 105.249 dólares si rompe al alza. Sin embargo, algunos indicadores (como el MACD) advierten de una posible corrección a corto plazo.
El optimismo también se refleja en las plataformas de predicción, donde se anticipan cotizaciones de entre 130.000 y 150.000 dólares para finales de año, mientras que Ark Invest ha revisado sus proyecciones a largo plazo hasta los 2,4 millones de dólares por BTC para 2030 en su escenario más optimista.
Por otro lado, el token BTC Bull Token (BTCBULL) ha captado la atención con un modelo de staking flexible y rendimientos anuales del 78%, acumulando ya más de 5,5 millones de dólares en preventa. La demanda creciente muestra cómo el entorno favorable hacia BTC contagia a proyectos asociados, especialmente aquellos que ofrecen utilidades claras y opciones de liquidez.