El presidente Donald Trump anunció el 2 de abril de 2025 la imposición de un arancel universal del 10% y medidas adicionales para China y la Unión Europea, intensificando así su política comercial proteccionista. Tras el anuncio, los mercados financieros globales presentaron una alta volatilidad, con un impacto directo en las principales criptomonedas. Bitcoin sufrió una caída abrupta de los 88.000 dólares hasta los 82.000 dólares. De forma similar, Ethereum y XRP se depreciaron, reflejando una actitud de aversión al riesgo generalizada en el entorno de activos digitales.
Economistas advierten que estas medidas arancelarias podrían provocar presiones inflacionarias en la economía global. Sin embargo, varios analistas consideran que, a medio y largo plazo, las criptomonedas –especialmente Bitcoin– podrían beneficiarse de una mayor adopción como refugio frente a la inestabilidad derivada de la fragmentación financiera internacional. Algunos expertos incluso proyectan que Bitcoin podría alcanzar los 150.000 dólares si persisten las tensiones comerciales y los inversores buscan alternativas para proteger su patrimonio.
La situación actual recuerda a episodios ocurridos durante el anterior mandato de Trump, aunque la escala de los nuevos aranceles es aún mayor. El futuro inmediato está marcado por la incertidumbre y se observa una atención creciente en la capacidad de las criptomonedas para actuar como activos refugio en el escenario global.