Cerca de 60.000 direcciones de Bitcoin asociadas a operaciones del grupo de ransomware LockBit han sido expuestas tras un importante hackeo a su infraestructura el 8 de mayo de 2025. Esta revelación permite a las autoridades y a equipos especializados acceder a valiosa información sobre las finanzas y movimientos internos de esta organización criminal.
El incidente se considera un avance para las investigaciones internacionales de ciberseguridad, ya que proporciona nuevas oportunidades para rastrear flujos ilícitos de criptomonedas usados en pagos de rescate. El acceso a estas direcciones permite fortalecer las capacidades de monitorización y trazabilidad en blockchain, lo que podría dificultar futuras actividades de LockBit y otros grupos similares.
Expertos señalan que, si bien estos hechos incrementan la presión regulatoria y de cumplimiento sobre Bitcoin, también ofrecen una oportunidad única para combatir el cibercrimen financiero. Históricamente, filtraciones de este calibre han derivado en acciones legales contundentes y cooperación internacional, lo que podría traducirse en una reducción de la rentabilidad del ransomware y en un entorno más adverso para los delincuentes.