Charles Hoskinson, fundador de Cardano, ha negado rotundamente las acusaciones recientes sobre una supuesta malversación de fondos de ADA por valor de ¥318 millones. Según sus declaraciones públicas, los fondos en cuestión corresponden a vouchers de la ICO no reclamados, que fueron trasladados a una cuenta de custodia destinada a permitir la entrega de los activos a los compradores originales, y no a sustracciones indebidas.
A pesar de la controversia, el precio de ADA se mantiene estable en torno a los $0,70, lo que refleja la confianza del mercado en la gestión de Hoskinson. El propio fundador ha amenazado con emprender acciones legales contra su acusador, Masato Alexander, quien carece de pruebas verificadas para sustentar sus afirmaciones.
La comunidad sigue centrada en los avances técnicos de Cardano, como la integración de IA y mejoras de escalabilidad. Además, la coyuntura ha puesto sobre la mesa discusiones más amplias sobre la gobernanza y la transparencia en el sector cripto, aunque hasta ahora no se han registrado retiradas masivas ni problemas de liquidez.
El caso se enmarca en una tradición de disputas respecto a la gestión de fondos en proyectos descentralizados, pero el historial indica que conflictos anteriores en Cardano no generaron interrupciones sistémicas.