Un ciudadano de Virginia, Mohammed Azharuddin Chhipa, ha sido sentenciado por un tribunal federal de Estados Unidos a más de 30 años de prisión tras ser declarado culpable de financiar al grupo terrorista ISIS utilizando criptomonedas. Entre 2019 y 2022, Chhipa recaudó y transfirió más de 185.000 dólares en criptoactivos a miembros de ISIS en Siria, especialmente a mujeres retenidas en campos de detención, con el objetivo de facilitar fugas y apoyar operaciones armadas.
Las autoridades estadounidenses detallaron que Chhipa utilizó redes sociales, plataformas de mensajería encriptada y métodos presenciales para recolectar fondos, los cuáles convertía en criptomonedas para evitar la detección de los sistemas bancarios. Las transferencias se realizaban a través de intermediarios en Turquía antes de llegar a Siria.
El Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI lideraron una investigación que concluyó con su arresto y condena por cinco delitos graves, entre ellos conspiración y apoyo material a una organización terrorista extranjera. Su cómplice principal, un británico radicado en Siria, permanece prófugo.
Esta sentencia se enmarca en una ofensiva creciente del DOJ desde 2020 contra la financiación del terrorismo mediante criptomonedas, tras confiscaciones récord de activos y el desmantelamiento de complejas redes digitales vinculadas a grupos como ISIS y Hamas. Autoridades como el fiscal general y directores del FBI subrayan la determinación de perseguir y castigar el uso de criptoactivos con fines terroristas, advirtiendo del peligro que representa el anonimato de las transacciones para la seguridad nacional estadounidense y global.