Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico al situarse cerca de los 104.000 dólares el 10 de mayo de 2025, impulsado principalmente por influjos provenientes de fondos cotizados en bolsa (ETFs) y la demanda sostenida de grandes inversores institucionales.
A pesar del notorio ascenso, la actividad de los usuarios minoristas ha sido mínima, lo que marca un claro contraste con ciclos alcistas anteriores, tradicionalmente liderados por el interés masivo. En la última semana, los ETFs de Bitcoin han recibido más de 564,7 millones de dólares, siendo los más destacados ARK 21Shares Bitcoin ETF (ARKB), Fidelity Wise Origin Bitcoin Fund (FBTC) y BlackRock iShares Bitcoin Trust (IBIT).
Según analistas de mercado, la tendencia dominante es un mercado dirigido por compañías financieras, fondos de cobertura y gestores de activos. Este impulso institucional se traduce en acumulaciones relevantes de BTC a través de vehículos regulados. Además, la correlación positiva entre Bitcoin y el Nasdaq (de 0,75) evidencia la influencia del sentimiento del sector tecnológico sobre las cotizaciones recientes.
No obstante, la ausencia de una recuperación significativa de la participación minorista genera inquietudes acerca de la sustentabilidad del repunte actual. Se observa además que las salidas del Grayscale Bitcoin Trust (GBTC) se explican por tarifas elevadas y factores geopolíticos, llevando a inversores a preferir alternativas más baratas.
La situación actual sugiere un cambio estructural en la composición de la demanda y en la dinámica del mercado de Bitcoin, con la institucionalización siendo el motor clave del actual ciclo alcista.